Ahora que el pan de caja comercial está subiendo mucho de precio, es buena idea aprender Cómo hacer masa madre.
¿Sabes qué es la masa madre? La masa madre –también conocida como levadura madre o masa madre– es una masa simple de harina y agua acidificada por la proliferación de levaduras y lactobacilos capaces de proporcionar una fermentación natural.
Es más digerible, garantiza una mejor fermentación y se puede almacenar por más tiempo porque puede contar con el proceso de fermentación desencadenado por diferentes especies de bacterias.
Ahora anota y comparte esta fácil receta:
Cómo hacer masa madre en un dos por tres
Muchos todavía no saben cómo hacer masa madre, porque se cree es complicado o que se necesitan herramientas o utensilios especiales de cocina porque usualmente este tipo de masa es cara en los supermercados.
La masa madre se puede preparar en casa con sólo dos ingredientes y mucha paciencia.
Para preparar la masa entrante necesitas::
- 200 grs de harina tipo 0 o harina manitoba y ½ taza de agua tibia (a veces usan yogurth bajo en grasa en lugar de agua)
- Poner la harina en un bol y añadir el agua poco a poco hasta obtener una masa muy suave.
- La mezcla así obtenida se debe colocar en un frasco de vidrio, ligeramente enharinado.
- Corta la superficie de la masa con un corte transversal y tapa el recipiente con un paño húmedo y film transparente.
- La masa se debe dejar reposar durante 48 horas a aproximadamente 18 a 23 °C, preferiblemente cerca de una canasta de fruta madura.
- Pasadas las 48 horas la masa comienza a hincharse formando grandes cavidades.
- Toma unos 200 grs y agregue otras 200grs de harina y 1/3 taza de agua y
- deja reposar por 2 días más.
- Continúa este procedimiento de refresco durante al menos otras 2 semanas.
La importancia de la levadura en cómo hacer la masa madre. Natural, sólo al natural
La masa madre natural es un fermento compuesto de harina y agua que no contiene ningún tipo de levadura añadida. En la propia harina hay multitud de levaduras y bacterias que provocan la fermentación de las masas de manera espontánea. Esta forma de fermentación, tan antigua como el pan de masa madre que con ella se elabora, aporta un sabor y aroma especiales a las masas y ayuda a controlar su acidez.
Refrescar la masa madre supone aportar nuevos azúcares simples y complejos que se utilizan para nutrir las levaduras, favoreciendo así el proceso de fermentación. Para el proceso de refresco basta con agregar a la mezcla o a una parte de ella el mismo peso de harina y la mitad de su peso.
Una vez amasado todo se deja reposar la masa durante 4 horas en un tarro alto, estrecho y con tapa. Cuando se duplica el volumen, la levadura está lista para usar. Cada vez que refresques tu levadura, debes limpiar el frasco de los residuos anteriores solo con agua caliente, nunca con jabón. Si utilizas sólo una parte de la masa para el refresco, tira el resto.
Una vez activa, la masa madre se guarda en un frasco de vidrio cerrado con tapa o film transparente. Puede permanecer a temperatura ambiente si decides usarlo todos los días, y en este caso conviene refrescarlo diariamente. También puede permanecer en el frigorífico si decides refrescarlo 1 o 2 veces por semana sin utilizarlo todos los días.
En cualquier caso hay que renovarlo al menos una vez por semana, de lo contrario muere. El día antes de usar la masa madre es necesario refrescarla y el mismo día nuevamente esperar a que se active antes de usarla. El leudado de la masa con levadura natural es muy largo y puede durar de 12 a 24 horas.
Cómo hacer masa madre natural
Día 1. Cómo hacer masa madre
Hay muchas formas de lograr masa madre natural, tantas como personas la elaboren. Encontrarás muchas recetas de cómo hacer masa madre:
Todas conllevan la mezcla de harina y agua, un entorno equilibrado en el que las levaduras y bacterias propias de la harina se desarrollan y conviven cómodamente. El proceso de elaboración de masa madre dura cinco días. Pero día a día, solo requiere unos minutos.
- Cómo hacer masa madre con harina integral: Podemos emplear harina de cualquier cereal, ya sea trigo, centeno, avena, etc. Pero es necesario que sea integral ya que las levaduras viven, principalmente, en la cáscara de los cereales y esta no la contienen las harinas refinadas.
- El agua a usar debe estar a temperatura ambiente. El agua del grifo contiene cloro, lo que, en principio, puede ser negativo para el proceso. Esto no quiere decir que no la podamos utilizar, todo lo contrario. Tan sólo debemos tener la precaución de dejarla reposar durante, al menos, una hora antes de utilizarla. No obstante, si lo preferimos, podemos utilizar agua mineral. En cualquier caso, el agua ha de estar a temperatura ambiente
- Tipo de recipiente para la masa madre. Es importante que esté bien limpio, que sea más alto que ancho y amplio, ya que necesitamos espacio para que nuestra masa madre se desarrolle. Puede ser de plástico o de cristal, cualquiera de los dos materiales es perfectamente válido.
- Harina y agua en la misma cantidad. Mezclamos la misma cantidad de agua que de harina, en volumen. Es decir, tomamos medio vaso de harina integral y lo echamos en el recipiente. A continuación, tomamos medio vaso de agua y regamos con ella la harina. Removemos hasta obtener una mezcla homogénea.
- Reposar la masa madre. Tapamos el recipiente con un trapo limpio, papel de cocina, etc y lo dejamos reposar a temperatura ambiente durante 24 horas. Lo ideal es encontrar un lugar tibio, a 20-22ºC, para que las levaduras y bacterias se desarrollen a la velocidad adecuada.
Día 2. Cómo hacer masa madre
Puede que no se note diferencia alguna con el aspecto de la masa del día anterior, esto es perfectamente normal así que no hay que preocuparse.
Añadimos medio vaso de harina de fuerza, medio vaso de agua y una cucharadita de azúcar. Removemos hasta integrar todos los ingredientes y dejamos reposar, en iguales condiciones a las anteriores, durante 24 horas más.
Día 3. Cómo hacer masa madre
Después de dos días de fermentación, el aspecto de la masa es diferente. Se aprecian burbujas en la superficie, ha aumentado en volumen y tiene un olor ligeramente acre, que no desagradable. Esta es buena señal y nos indica que la masa madre ha empezado a activarse. Añadimos medio vaso de harina de fuerza y medio vaso de agua. Removemos hasta integrar todos los ingredientes y dejamos reposar, en iguales condiciones a las anteriores, durante 24 horas más.
Día 4. Cómo hacer masa madre
El aspecto de la masa madre cambia ligeramente, aunque continúa mostrando pequeñas burbujas en su superficie. Se ha formado un poco de líquido marrón en la superficie que debemos retirar con cuidado, utilizando una cuchara o similar, y desechar.
Este líquido marrón es agua con algunos azúcares procedentes de los cereales fermentando. No debe preocuparnos en absoluto.
La masa madre está en marcha. Ahora sólo queda espesarla un poco, para ello añadimos medio vaso de harina de fuerza. Removemos hasta integrar todos los ingredientes y, nuevamente, dejamos reposar, en iguales condiciones a las anteriores, durante las últimas 24 horas.
Día 5. Cómo hacer masa madre
El aspecto es cremoso, con burbujas en la superficie y un ligero olor ácido. A partir de este momento, podemos comenzar a usar nuestra masa madre en la elaboración de todo tipo de panes, pizzas, bollería, etc.
Cómo conservar la masa madre
Si vamos a utilizar la masa madre todos los días, no hace falta conservarla en la nevera, con dejarla a temperatura ambiente es suficiente. Pero es más que probable que no sea el caso, a no ser que tengamos mucho tiempo al día que dedicar a la cocina.
Si sólo la vamos a utilizar cada varios días, entonces debemos guardarla en frío y tapada. Después, el día que la vayamos a usar, deberemos de sacarla de la nevera con antelación y atemperarla, para despertar a las levaduras y bacterias que, estarán adormecidas por efecto del frío.
Cuando utilicemos parte de la masa madre para alguna de nuestras elaboraciones, deberemos añadir harina de fuerza y agua en partes iguales para restituir su volumen inicial, remover y dejar a temperatura ambiente unas horas. Cuando veamos que la masa madre se reactiva, podremos tapar el recipiente y meterlo de nuevo en la nevera.
Si no utilizamos la masa madre durante una semana, conviene alimentarla para que no se nos eche a perder. Para ello, retiramos y desechamos una porción (como si la fuéramos a utilizar para alguna elaboración) y añadir harina de fuerza y agua a partes iguales.
Con esta dinámica, conseguiremos manterner nuestra masa madre viva mucho tiempo, durante el cual irá adquiriendo fuerza. El esfuerzo de elaboración y conservación de masa madre es mínimo, tan sólo se necesita paciencia y estar al tanto de alimentarla (en caso de no utilzarla semanalmente) para mantenerla activa.