El sueño profundo es una necesidad biológica vital. El cuerpo humano lo necesita para repararse y lograr que sus procesos físicos y mentales fluyan perfectamente. Durante el sueño el cuerpo deja de realizar ciertas actividades y desempeña una serie de acciones, con el propósito de restaurar las reservas de energía.
Nuestra mente consciente se desconecta de la realidad, la respiración y el ritmo cardíaco disminuyen su velocidad y los músculos se relajan. Mientras todo esto sucede, el cuerpo libera una mayor cantidad de algunas hormonas, con las que estimula ciertos procesos metabólicos esenciales y fortalece el sistema inmunitario. Todo esto ocurre de forma automática.
El sueño profundo te ayuda a mejorar la salud, sentirte y verte mejor
Sin lugar a dudas, descansar bien durante suficiente tiempo mejora el desempeño físico y mental, protege contra enfermedades y es vital para el bienestar.
Cada una de las etapas del sueño tiene un propósito… La función principal de las fases del sueño ligero y profundo es retablecer al cuerpo de su capacidad física. Durante el periodo de movimiento ocular rápido, nuestra capacidad mental desempeña un papel preponderante. Es durante este ciclo que el cerebro presenta niveles de actividad similares a los que tiene durante la vigilia, y es cuando soñamos.
Tanto el sueño profundo como el sueño REM son esenciales para procesar la información que recibimos y los pensamientos que hemos tenido a lo largo del día. El cerebro evalúa toda la información que obtuvimos durante la vigilia y organiza y consolida los recuerdos. También almacena los datos importantes en la memoria de largo plazo y descarta los detalles superficiales o menos relevantes. Es por esto que el sueño profundo de calidad es esencial para tener un desempeño mental óptimo.
Obtener la cantidad de sueño suficiente antes de un examen ayuda a recordar lo que se estudió la noche anterior.